Sobre el anuncio del Plan «Buen vivir» anunciado por la Ministra del Interior Izkia Siches, la Corporación de profesionales mapuche ENAMA manifiesta lo siguiente:
Valoramos que el Gobierno reconozca que se está «ante un problema complejísimo y que no se solucionará de la noche a la mañana».
Hacemos ver al Gobierno que dice estar «comprometido con una agenda de reconocimiento de los Pueblos Indígena», que el reconocimiento que pedimos no es una agenda, sino un reconocimiento de nuestra existencia y derechos en la Constitución del Estado de Chile.
Valoramos la definición de una Agenda que contempla tres ejes:
Sobre el Primer eje: Reconocimiento de Pueblos Originarios.
Felicitamos que se vuelva a la compra de tierras suspendidas por el anterior Gobierno por ser un mandato de la Ley indígena N° 19.253 y compromisos, en deuda, de los Gobiernos con 926 comunidades que cuentan con resoluciones CONADI de «aplicabilidad» para compra de tierras.
Esperamos con esperanza que se cumpla la promesa de los últimos cuatro Gobiernos de crear el Ministerio de los Pueblos Originarios.
Sobre el Segundo eje: Parlamentos territoriales.
Valoramos que el Gobierno «retome la vieja tradición de parlamentar entre el Estado Chileno y el Pueblo Mapuche, para llegar a los acuerdos que respondan a la demandas»
En relación a «mucha pobreza e iniquidad», se debe reconocer que la responsable de aquella grave situación es principalmente el «modelo» económico estatista y comunitarista impuesta por la Ley Indígena desde el año 1993 (hace 29 años).
Sobre el Tercer eje: Seguridad
Valoramos «la solicitud al Ministerio Público de disponer de un fiscal con dedicación preferente para la investigación de organizaciones criminales».
Valoramos que se decrete «Estado de Excepción – Emergencia» para el resguardo de las rutas en las provincias de Arauco y Bíobío y en la región de Araucanía».
Es necesario aclarar una imprecisión cuando se dice: «tenemos deudas centenarias entre el Estado de Chile y el Pueblo Mapuche», dado que es una deuda de solo 161 años (1861 en que el Estado de Chile inicio la dominación del Wallmapu cruzando el límite del rio Bío Bío, acordado en el tratado de Quilín (1641) ratificado por la República de Chile en 1825 (tratado de Tapihue), frontera que se respetó por 220 años (1641 – 1861).